¿Qué es un tratamiento de conducto?

Un tratamiento de conducto o tratamiento endodóntico, puede ayudar a salvar a un diente de una extracción dental. Consiste en remover la pulpa dental (el nervio) cuando se encuentra infectada o inflamada por presencia de caries dental, fracturas o fisuras o debido a alguna enfermedad del diente. Luego de remover la pulpa dental afectada de dentro de los conductos del diente, éstos se llenan con un material permanente.

Solamente un dentista o un endodoncista (el especialista que se dedica a hacer tratamientos de conducto) puede determinar que realizar un tratamiento de conducto será lo adecuado para resolver la afección que presenta.

Algunos de los síntomas que te pueden hacer sospechar de que necesitas un tratamiento endodóntico son:

• Presencia de dolor dental: Este puede ser agudo o crónico y puede variar su intensidad de media a grave. En algunas oportunidades el dolor se puede agravar al ingerir alimentos o bebidas frías o calientes, o con la masticación. Algunos pacientes pueden referir sentir un “latido” dentro del diente.
• Inflamación: Puede presentarse inflamación de la encía del diente afectado o incluso se puede observar inflamación facial asociada al área afectada.

Afortunadamente este es un procedimiento sencillo, rápido y de fácil recuperación. Podrías presentar ligeras molestias en los siguientes 2 o 3 días y dependiendo de las causas, tu dentista puede darte ciertas recomendaciones.

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¿Qué te puede ayudar a recuperarte después de un tratamiento de conducto?

Siguiendo estas recomendaciones puedes disminuir el dolor y facilitar la recuperación después de haber realizado un tratamiento endodóntico:

• Toma la medicación prescrita por tu dentista: Es probable que te indiquen tomar analgésicos y antibióticos, especialmente si la causa del tratamiento de conducto fue una infección. Es importante que los tomes como los haya prescrito tu dentista.

• Regresa a tu rutina habitual de higiene bucal: Puedes cepillar tus dientes y utilizar hilo dental de forma habitual, teniendo cuidado de no lastimar los tejidos sensibles alrededor del diente tratado.
• Evita fumar y el consumo de bebidas alcohólicas: Al menos por unos días, ya que su consumo puede interactuar con los medicamentos prescritos por tu dentista y la recuperación será más lenta.
• Evita morder alimentos duros: Sobre todo hasta que el diente no esté restaurado de forma definitiva, ya que se puede fracturar.

¡En moons nos preocupamos por tu bienestar!

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