Candidiasis oral: origen, síntomas y tratamiento

En nuestra boca existen hongos y bacterias que, cuando se reproducen en exceso debido a alguna anomalía en el cuerpo humano, pueden originar una serie de enfermedades que afectan los dientes, la encía y la mucosa bucal.

Una de esas infecciones es la candidiasis oral ¿Sabes de qué se trata? Aquí te explicamos su origen, los síntomas característicos, quiénes son las personas que tienen más probabilidades de contraer esta infección y el tratamiento que deben recibir. 

¿Qué es la candidiasis oral?

La candidiasis oral es una infestación provocada por el hongo Candida albicans que se acumula en el revestimiento de la boca y puede llegar a afectar la encía, las amígdalas, la lengua y la parte posterior de la garganta. 

Las distintas especies de cándida viven normalmente en una pequeña cantidad en la cavidad bucal, pero el sistema inmunitario y otros microbios lo mantienen bajo control. Cuando este equilibrio se altera, aparece la enfermedad.

Los hongos del género candida no tienen la misma virulencia. Los diferentes tipos de candidiasis orales son la candidiasis pseudomembranosa aguda o muguet; candidiasis crónica hiperplásica y candidiasis eritematosa aguda. 

Esta infección micótica no se debe confundir con la leucoplasia, otro tipo de afección en las mucosas bucales. 

¿Cuáles son los síntomas de la candidiasis oral?

Los síntomas más comunes de la candidiasis oral son los siguientes: 

Aparición de placas blanquecinas y pseudomembranosas

Las placas blancas y lesiones aparecen por lo general en el interior de las mejillas, en la lengua y el paladar. Aunque comúnmente son llamadas aftas, no todas son un síntoma de la candidiasis oral, sino de otras afecciones bucales.  

Las aftas o úlceras suelen aparecer por el roce de algún objeto con los tejidos blandos (lengua, labios, encía) y tienen una forma redonda, color blanco y borde enrojecido. Además, se curan por sí solas.

Las lesiones por candidosis oral sí necesitan tratamiento y aparecen en forma de placas blanquecinas sobre un fondo ligeramente inflamatorio.

Enrojecimiento, ardor o inflamación

El enrojecimiento de las mucosas orales y la sensación de ardor o inflamación son algunos de los signos característicos de esta infección micótica. En el caso de la lengua, esto puede dar pie a una afección denominada glositis que resulta molesta. 

Sangrado leve

Este sangrado aparece si las lesiones producto de la candidiasis oral se frotan o rascan.

Agrietamiento en las comisuras de la boca (queilitis angular)

La lesión inflamatoria puede ser unilateral o bilateral. La piel se vuelve sensible y puede, incluso, llegar a sangrar. 

Sensación extraña en la boca

Debido a la sequedad y la aparición de placas blanquecinas hay una «sensación algodonosa» en la boca. 

Pérdida del gusto

Algunas personas con candidiasis oral señalan que no pueden detectar el sabor de los alimentos.

Irritación y dolor debajo de las dentaduras postizas

Esto se conoce como estomatitis protésica, una inflamación de la mucosa que da soporte a las prótesis dentales.

Dolor de garganta

Además de afectar el revestimiento interno de la boca y las mejillas, la candidiasis oral puede avanzar hasta la garganta, lo que genera dolor, sobre todo al momento de tragar. 

¿Qué personas son más propensas a contraer esta infección?

Cualquier persona puede desarrollar la candidiasis oral porque el cuerpo humano es huésped de innumerables cantidades de hongos y flora bacteriana. El mismo organismo se encarga de mantener controlada su proliferación gracias al sistema inmunitario.

Cuando las personas están débiles por distintas razones (incluidos los pacientes inmunodeprimidos), son más propensas a contraer una infección micótica como la candidiasis bucal, ya que el propio cuerpo no tiene la capacidad suficiente para combatir la proliferación del hongo causante de la enfermedad.

Por esta razón, esta infección aparece con mayor frecuencia en los siguientes casos: 

• Personas con supresión inmunitaria debido a patologías como el VIH, el cáncer, la diabetes, entre otros.

• Personas con xerostomía o reducción del flujo salival que produce una boca seca. «La saliva también tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, por lo que la xerostomía pone a los pacientes en mayor riesgo de infecciones orales», destaca el portal Science Direct.

• Bebés y recién nacidos.

• Adultos mayores que usan prótesis dentales.

• Personas que usan corticosteroides tópicos (inmunosupresores y tratamientos para el asma o la EPOC por vía oral, intravenosa o inhaladores), los cuales generan una inmunosupresión local.

• Pacientes con tratamientos antibióticos de amplio espectro o sometidos a radioterapia del área orofaríngea.
  

La correcta higiene bucal es fundamental para minimizar algunos factores predisponentes y evitar la proliferación del hongo Candida albicans en la boca. Para ello es fundamental contar con un buen cepillo dental, hilo dental y otros productos de calidad. 

¿Cómo se realiza el diagnóstico y cuál es el tratamiento?

Si presentas alguno o varios de los síntomas descritos anteriormente, acude a tu dentista para que haga un diagnóstico a partir del análisis de tu historia clínica y un examen cuidadoso de tu cavidad oral.

En algunos casos, es conveniente hacer un raspado de las lesiones, realizar un cultivo para confirmar el diagnóstico y medicar correctamente.

El tratamiento de la candidiasis incluye la administración de medicamentos antifúngicos de uso tópico que existen en varias presentaciones (pastillas, líquidos o tabletas). Hay enjuagues bucales con nistatina o pastillas con componentes antimicóticos (clotrimazol, fluconazol e itraconazol).

Aparte del uso de antimicóticos, es necesario en todos los casos: 

• Prestar atención al cuidado de la higiene bucal.

• Cuidar la higiene de las dentaduras postizas, sobre todo en el caso de los adultos mayores. Antes de dormir, se debe quitar la dentadura, frotarla con un cepillo de dientes y agua. Si se deja sumergida en clorhexidina, no debe usar pasta dental con flúor hasta 30 minutos después de ponerse la dentadura.

• En el caso de los bebés, hay que limpiar bien los chupetes y biberones para eliminar el circuito de contagio de la cándida. Si se trata de lactantes, también es necesario que la mamá limpie sus pezones y reciba tratamiento tópico.

La higiene bucal como principal herramienta de prevención

Tanto para el caso de una infección fúngica provocada por la candidiasis, como para otras patologías como la enfermedad periodontal o la aparición de caries, la correcta higiene bucal es la mejor herramienta de prevención.

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Si aplicas las diferentes técnicas y recomendaciones de nuestros especialistas en odontología para conservar una buena salud bucal, reducirás la posibilidad de que aparezcan enfermedades que comprometan la salud de tus dientes, encía y mucosa oral, pues de no hacerlo, pueden resultar afectadas otras partes del cuerpo y derivar en patologías más serias.

Visitar al odontólogo con regularidad, cada 6 meses o una vez al año, es muy importante para la salud dental y prevenir a tiempo alguna enfermedad o lesión. Asimismo, el uso de instrumentos de calidad para la limpieza de los dientes y encía también garantizará un mejor cuidado.

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